Taller Expres – Como hacer cine con los posos del café
29 y 30 de mayo de 2015
Introducción:
“Filmemos y hagamos retratos, diarios, autobiografía… Toda ficción es autobiográfica y toda aubiografía una ficción, según la fórmula barthesiana. Seamos generosos y humildes con nosotros y con los demás: filmemos los tickets desconocidos recogidos del supermercado, lo que llevamos en los bolsillos; filmemos y contemos por amor, por juego. Veamos dónde empezó todo esto en la historia del arte y hagamos preguntas. Y claro, tendremos que leer a aquella cortesana china que hacía listas bajo la almohada, a Perec, a Joe Brainard, ver a los que “se escribieron” antes de que empezáramos a hacerlo nosotros. Las videocartas de los japoneses Terayama y Tanikawa, que inauguraron el género, por ejemplo. Los trabajos de On Kawara, que acaba de morir y a quien recordaremos. Las cartas chinas de Ai Wei Wei, desde la muralla, desde el exilio, desde ninguna parte. Las pistas sobre la Auto Bio Grafía de Philippe Lejeune, que son tres cosas distintas. Y nuestra correspondencia privada, anónima, portátil, enviada de madrugada, perdida en discos duros.”
Descripción del Taller.
En este taller queremos compartir la intimidad y el amor de un cine que todos practicamos, queremos sacarlo del fondo de los cajones y los bolsillos, extraerlo de los discos duros, queremos reivindicarlo, hoy más que nunca, como forma de (r)existencia, aprendiendo los unos de las películas de los otros, mientras tomamos café y nos conocemos.
Acerca del Taller.
Walter Benjamin, aquel filósofo heterodoxo y de lo pobre, decía que una filosofía que no sabía hacer filosofía con los posos del café no podía ser una filosofía auténtica. Bueno, en este taller de cine doméstico en La Plantación en Ourense pensamos lo mismo del cine.
Para meterse con Eric Rhomer alguien dijo que ver sus películas era como ver secar la pintura en la pared, como ver crecer una planta; a mí las dos cosas me parecen muy divertidas, depende de quien y cómo mire secar la pintura en la pared y mire crecer a la planta. Se puede hacer cine con los posos del café, con los tickets de la compra en el Día, con el parque del Retiro este otoño, con nuestra última fiesta de cumpleaños, …se puede hacer cine con lo infraordinario, como Georges Perec hacía literatura. En realidad, todo se vuelve interesante y bello si lo miramos con amor y con la suficiente atención, hasta nuestra vida (extra)ordinaria de todos los días.
Existe un cine doméstico, hecho en casa, amoroso e íntimo, un cine que sabe enfocar el objetivo hacia uno mismo y lo que más cerca se tiene: la familia y lo familiar, éste cine -que hoy ha salido del círculo familiar, del Súper 8 y de la Handycam-, sin pretenderlo, este cine ha hecho algo que parecía patrimonio de la pintura, ha hecho un (auto)retrato del cineasta y de lo que le rodea. “Cine del yo” -lo llaman los estudiosos cuando lo practican unos-, “home-movies” -lo llaman los estudiosos cuando lo practican otros-, pero en los dos casos, con más o menos fortuna crítica (para mi madre mi mejor película es la que filmó mi tío Alfonso el día de mi primera comunión), cine hecho con mucha verdad. Es este un cine barato pero rico, un cine que se ha hecho desde siempre y en todas partes, un cine que lo han practicado los hermanos Lumière, Jonas Mekas, David Perlov, Alain Cavalier, Naomi Kawase o, en España, mi tío Alfonso, Andrés Duque, Elías León Seminiani, Jonás Trueba y un montón de desconocidos que almacenan preciosas peliculitas que, si no lo remediamos, van a quedar abandonadas en anónimos teléfonos móviles, tabletas y ordenadores mil.
Nota importante.
El café inhibe la secreción biliar y previene el cáncer, reduce el riesgo de cirrosis, posee una gran cantidad de antioxidantes; el café reduce el riesgo de Alzheimer, estimula el sistema nervioso, la producción y movilidad de espermatozoides; el café estimula el cine doméstico y la fantasía sin salir muy lejos de casa.
Javier Rebollo.
Ha dirigido los largometrajes, El muerto y ser feliz (2013), La mujer sin piano (2009) y Ce que je sais de Lola / Lo que sé de Lola (2006), con ellos ha obtenido dos veces el premio FIPRESCI de la crítica internacional (San Sebastián y Londres) y una el de la crítica iberoamericana, además de la Concha de Plata al Mejor Director del festival internacional de cien de San Sebastián, entre otros (La mujer sin piano fue Mejor película en el AFI de Los Ángeles).
Entre 1997 y 2002 dirigió los cortometrajes En medio de ninguna parte (1997), Hola, desconocido! (1998), El equipaje abierto (1999), El preciso orden de las cosas (2001) y En camas separadas (2002), un ciclo de cortometrajes protagonizados por Lola Dueñas que se ha visto y premiado en festivales y televisiones de todas partes. Su trabajo ha sido objeto de retrospectivas en Francia, Alemania, Bélgica y se ha visto en los festivales más importantes del mundo.
En 2014 el MoMa de NY ha proyectado “El muerto y ser feliz” que ahora se estrena en EEUU y Francia. Con ella obtuvo el premio de la Crítica Internacional en San Sebastián y José Sacristán La Concha de Plata y el Goya al mejor.
Además, junto a Lola Mayo- su guionista de siempre- ha realizado un ciclo de documentales de gran formato para el programa Documentos TV en La 2 de TVE por los que ha recibido, entre otros, el Premio Reina Sofía de Periodismo 2006.
Actualmente, produce La isla del rinoceronte de Luis Bértolo (Mención Especial de Jurado en FIDLab Marseille), que se rodará el próximo otoño en Marseille; mientras, prepara su próximo largometraje como director, La cerillera, muerte y transfiguración de una trabajadora europea, que se rodará en Madrid, Berlín y París.
Es profesor de dirección en la Escuela de Cine la Comunidad de Madrid y cree que “otro cine es posible”.
Precio.
100 € * 10% de descuento: 90 €. Aplicable a Diseñadores Profesionales, Profesores y Estudiantes de Diseño Gráfico, Diseño Industrial, Bellas Artes, Moda, Ilustración, Interiores, Agencias de Publicidad, Arquitectos, Imprentas… y desempleados demandantes de empleo (previa acreditación de todos ellos).