JOAN FONTCUBERTA. Abril 2023. Taller de Campo. Presencial. FOTOGRAFÍA

Formación Presencial

Taller de Campo

Calendario: Del 21 de abril de 2023 al 23 de abril de 2023

Duración: 14 horas

Horario:

Día 21 de Abril
De 18:00 a 21:00 h.

Día 22 de Abril
De 10:00 a 14:00 h. y de 16:00 a 20:00 h.

Día 23 de Abril
De 10:o0  a 14:00 h. (comida y despedida).

El aula permanecerá abierta las 24 horas.

Información del Taller

Descripción del Taller

Se propone un taller con Joan Fontcuberta en la Casa Grande de Rosende, un fascinante pazo construido en 1511. Su historia incluye la presencia de una fantasma –meiga o doncella– que acecha por la noches cuando los moradores quedan sumidos en el sueño. Y es justamente en el sueño donde aflora la realidad más fotogénica.

Este taller propone, pues, una serie de sesiones de espiritismo fotográfico: se tratará de excitar a la fantasma para hacerla visible y fotografiarla, y de ese modo convertirla en protagonista de un proyecto narrativo. Comida y bebida apropiada, debates profundos y risas abundantes propiciarán el estado de trance creativo apropiado.

Aunque para los que no crean en fantasmas, queda el tradicional recurso de visionar su trabajo y someterlo a discusión bajo la tutela de Joan Fontcuberta.

Lord Byron, Mary Shelley y otros compinches se recluyeron en la Villa Diodati en la Ribera Suiza durante unos días de tormenta y se retaron a escribir el mejor cuento de terror. De tres noches de inspiración y truenos surgieron Frankenstein y el Vampiro. Situados ahora en otra ribera, la Ribeira Sacra ¿que saldrá de estos tres días en tierra de meigas encerrados en la Casa Grande de Rosende?

Dirigido a

Este taller está orientado a estudiantes, fotógrafos, artistas visuales, diletantes del arte y de la historia, alumnos de escritura creativa, maestros y profesores interesados en leyendas y cultura popular, fans de la novela gótica y de la ciencia ficción, sonámbulos, masones, espiritistas, prestidigitadores, genios, magos, pitonisas, pitoflautas, pagafantas, embalsamadores y zombies. En fin, gente que quiera pasárselo bien aprendiendo por medio de una experiencia convivencial de creación.

Necesidades

Dispositivo para poder fotografiar, ordenador y pendrive.

Quien desee mostrar su trabajo a Joan Fontcuberta, puede traerlo en el soporte que considere.

Algunas opiniones de asistentes a talleres anteriores

Pilar, de Zaragoza: “Tenía dudas con mi portfolio, pero por suerte fui admitida. Con lo que aprendí esos días, al cabo de tres meses gané el premio “Monegros de Plata”. Gracias, Joan.”

Manolo, de Sevilla: “Fontcuberta tiene una jartá de duende y lo contagia pisha!”

Aitor, de Bilbao: “Hice un taller con Fontcuberta y aiba la ostia como la liamos parda. Hay un antes y un después en la carrera fotográfica de los que tuvimos el privilegio de estar con él.”

Rosalía, de Vigo: “Carallo, que si orujo, que si fotos a tope, el taller fue alucinante. Fontcuberta vale su peso en percebes!”

Shakira, de Barcelona: “Una loba como yo está pa’ tipos como Joan. Fontcuberta sí que es un Ferrari y no un Twingo. Mi próximo flow con BZRP se lo dedico.”

Vasco, de Coimbra: “O pior cego é aquele que não que ver. Fontcuberta abriu meus olhos!”

Docente

La Plantación

Joan Fontcuberta

Joan Fontcuberta (Barcelona, 1955) hizo su primera exposición individual en 1973 y este año cumple medio siglo de carrera artística. Por tanto sabe más por viejo que por diablo y mucho más que por fotógrafo. Además de fotógrafo, es conocido como ensayista, docente y comisario de exposiciones, aunque en fases anteriores de su vida trabajó en diferentes facetas del periodismo y de la publicidad, simultaneándolo con otras interesantes ocupaciones profesionales: vendedor de crecepelo, crítico taurino, agente de seguros, actor porno y domador de pulgas. Sus pasiones han sido el ajedrez, la botánica, la enigmística, la ufología, la música de ascensores y los juegos de manos semióticos. Sus nietos lo consideran un abuelo gamberro pero en 2022 la Universidad de la Sorbona Paris VIII le concedió el título de Doctor Honoris Causa.

Podríamos convenir que los fotógrafos se embriagan de fantasmas porque su cometido es salvar las sombras. Pero más allá de la expresión metafórica, en algunas fases de su pasado los fotógrafos se han dedicado realmente a lidiar con el más allá y los fenómenos paranormales. A finales del siglo XIX y principios del XX se desarrolló una prolífica fotodocumentación de espíritus, espectros, fantasmas, auras y ectoplasmas. La atención que la academia y los museos le han dispensado muestra hasta qué punto esa práctica vernacular es un pretexto para repensar la naturaleza dialéctica de la fotografía: lo real y lo ilusorio, lo evidente y lo oculto, lo tangible y lo espiritual, lo probatorio y lo especulativo.

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